Un proyecto imaginario para ejemplificar un resultado real.
Un proyecto imaginario para ejemplificar un resultado real.
En esta ocasión, voy a aprovechar el proyecto sobre la Villa Azur, para contaros un poquito más en profundidad acerca de como se plantea un proyecto de diseñor interior, que se representa en 3D.
Os contaré a grandes rasgos que pasos se siguen a la hora de afrontar un proyecto de diseño de interiores, y como se crean los renders 3D para mostrarlo.
Lo primero que tenemos que hacer, es pedir al arquitecto o al promotor, los planos de las estancias a decorar o reformar, para poder estudiar el espacio disponible y organizar las zonas.
Un paso importante antes de definir exactamente la composición y diseño de la estancia, es hacerse un tablero de inspiración. En este tablero, pondremos todos los elementos más parecidos a lo que queremos situar en la habitación y comprobaremos si quedan bien en conjunto.
Este sería el tablero de inspiración que se creó para esta estancia en particular.
Una vez elegidos todos los elementos, los situaremos sobre el plano, para comprobar que caben en la estancia. Esto es importante, para ver si los espacios de paso son adecuados, si la distancia entre muebles es correcto y si todo encaja.
Esto se puede hacer en diferentes programas, desde los más técnicos, como Autocad, como hacerlo directamente en el programa en el que vamos a renderizar.
En esta imagen os muestro el resultado creado sobre el mismo programa con el que haremos más adelante el 3D.
En esta fase, se revisa bien la situación en plano, y se valora si hay que modificar algún elemento por entorpecer el flujo de movimiento, o si la habitación se ve muy llena o muy vacia.
En este paso, se procede a modelar toda la estancia en 3D, levantando paredes, puertas y ventanas. Se buscan los muebles que queremos insertar en la escena en bibliotecas de modelados, y se modelan los que no existen ya en una base de modelados.
Entonces procedemos a crear los materiales necesarios para la escena, poniendo especial énfasis en aquellos que van a estar en primeros planos, en objetos que vamos a renderizar en detalle y en muebles especiales, como lo son los muebles de la cocina.
Una vez que todo está listo, nos disponemos a elegir el mejor punto de vista, que represente de la mejor manera nuestro proyecto y destaque los puntos más importantes. Estas son un par de muestras de puntos de vista, de los cuales se ha elegido el segundo, que aporta más valor a la escena.
Una vez nos hayamos decantado por una vista en concreto, se revisa con el cliente para cerciorarnos que está satisfecho con el punto de vista propuesto, procedemos a renderizar la imagen.
Para ello se configuran todos los parámetros de render y se pasa a comenzar el proceso de creación del mismo, cuyo tiempo de creación variará dependiendo de la complejidad de la escena y el tamaño del render.
En esto proceso se calcularán las imagen base, así como todas las capas de ajuste que serán necesarias más adelante en el proceso de retoque de los renders 3D.
Una vez tenemos todas las capas, pasaremos a retocar la imagen base mediante programas de edición de imagen. Todas estas capas nos servirán para mejorar y sacar el máximo partido al render, obteniendo un resultado aún mejor que si dejaramos el render en bruto.
Además, en esta fase, si es necesario se pueden retocar los coloers de la escena para que sean físicamente correctos, si así el proyecto lo requiere.
Este sería el resultado final.
Si necesitais imágenes 3D para un proyecto de arquitectura o interiorismo, podéis informaros más sobre este servicio en la sección correspondiente y podéis solicitar un presupuesto sin compromiso.
